miércoles, 17 de mayo de 2017

El Parque de El Alamillo y su posible diseño masónico

Uno de los lugares más especiales de Serranillos del Valle, por su ubicación, y las amplias vistas del entorno, con una bella estampa hacia el oeste, aunque lejana, del Sistema Central, en concreto de la Sierra de Gredos (la de Guadarrama se ve desde la parte norte del pueblo) y la Sierra de San Vicente, es el Parque de El Alamillo, que toma su nombre del que ya tenía este enclave, al sur del pueblo, antes de su construcción, que a su vez, seguramente, lo tomó de un arroyo que transcurre, casi siempre seco, aunque con frondosa vegetación de ribera, unos metros al norte del parque.
El Alamillo se encuentra en una especie de cerro, con el arroyo del Prado Bajo en su parte meridional, y es el mejor sitio del pueblo para ir a contemplar las puestas de Sol tras los altos picos de Gredos, pues desde aquí podemos ver, aunque muy pequeño en el horizonte, en los días despejados, al mismísimo Almanzor, el pico más alto del Sistema Central, no lejos ya de Extremadura, desde donde se contempla muy bien, con lo que, desde Serranillos, podemos estar mirando, a lo lejos, tan emblemática montaña, que puede estar siendo observada, simultáneamente, desde la propia Extremadura. Con esta descripción nos hacemos una idea de la amplia panorámica de la que podemos disfrutar desde este lugar.
Hacia el sur se ven las primeras casas de una urbanización de Carranque, población ya de la provincia de Toledo, con los lejanos Montes de Toledo de telón de fondo, y hacia el suroeste y el oeste, mucho antes de la cadena montañosa mencionada, se ven Batres, con su castillo en su parte superior, el valle del río Guadarrama, El Álamo, Casarrubios del Monte y Navalcarnero, entre otras poblaciones. Estamos contemplando, por tanto, lo que sería una especie de mapa a escala real desde este bello parque a las afueras del casco urbano. Al norte del parque y lindero con él, vemos la imagen de nuestro pueblo, de Serranillos del Valle.

Teatro - Foto: todopueblos.com

Pues bien, para dos nuevos vecinos, como somos mi pareja y yo, es uno de nuestros lugares predilectos del municipio, que te puedes encontrar en muchos momentos del día totalmente solitario, disfrutando de una tranquilidad fuera de lo común, que sorprende en exceso a los que nos hemos criado en una ciudad; esa soledad, algunas veces, se puede paliar con la aparición de perdices cruzando por el parque tan alegremente mientras uno se encuentra sentado en alguno de los bancos del parque, lo que es un claro indicativo de la tranquilidad que se respira, pues ya se sabe que estas aves son muy huidizas a la presencia humana.
El diseño del parque, que no sabemos cuando se construyó -no hemos encontrado ninguna información al respecto-, pero que intuimos pudiera tener unos diez o quince años, no pasa desapercibido. Y es aquí donde queremos llegar, pues hemos comprobado que pudiera tener una configuración masónica o, al menos, nos recuerda, en menor tamaño (a pesar de lo cual no es poca su extensión para esta población, pues se dice tiene 33.400 metros cuadrados), a otros parques de inspiración masónica, como pudieran ser, salvando las distancias, el Parque de El Capricho o el de Enrique Tierno Galván, ambos en Madrid. La llamada Plaza del Laberinto de El Alamillo nos abrió esta hipótesis, pues muchos parques masónicos recrean laberintos, como el que se puede contemplar en el mencionado Parque de El Capricho. Además existe una bella combinación de especies arbustivas y arbóreas, entre las que se pueden contemplar, por ejemplo, bastantes tilos y madroños y también acacias, el árbol más simbólico de la masonería.

Plaza de El Laberinto - Foto: comiendoPipas.com

El parque tiene distintos paseos que se entrecruzan, con porticados, y un bello teatro que cuando lo contemplamos en foto área se asemeja o puede recordar al famoso "Ojo que todo lo ve" - u Ojo de la providencia, Ojo panóptico o Delta luminoso- o, incluso, por qué no, al ojo de Horus (mirando, además, hacia el oriente), todos ellos tomados por los masones, como otros muchos símbolos, de la antigua cultura y mitología egipcias.
Pero todo esto no dejan de ser meras especulaciones del que esto escribe, pues esto mejor que nadie lo sabrá su propio creador o creadores, de los que nada sabemos. Así que animamos a cualquier vecino del pueblo o persona que tenga la resolución a estas dudas que se nos plantean, a que nos informe al respecto, pues igual lo nuestro no es otra cosa, seguramente, que mera especulación sin fundamento.
Mientras tanto, sea lo que sea, disfrutemos de El Parque de El Alamillo, que, desde el pasado año, incluso, tiene hasta su romería "sanisidrera", celebrándose, el pasado domingo, su segunda edición, donde pudimos degustar un rico cocido madrileño preparado para todos los vecinos y vecinas que nos acercamos.

El supuesto "ojo que todo lo ve"

Presentación

Inicio este blog, el cual quiero que sea una especie de cuaderno de bitácora de una persona recién llegada a Serranillos del Valle, un pueblo de la comarca de La Sagra, en su parte madrileña, pero lindera con la provincia de Toledo, en la cual se encuentran la mayor parte de los pueblos sagreños.
Aquí recogeré todo lo que vaya aprendiendo sobre la historia y los distintos lugares de este pueblo de unos cuatro mil habitantes, donde, de forma indefinida -ojalá sea de por vida, pues hay que echar raíces, ya que, como dice un proverbio popular, lo que no tiene raíces se lo lleva el viento- esperamos vivir, felizmente, mi pareja y yo.
Iré recopilando, como digo, todo lo que vaya considerando de interés del que va a ser -ya es- mi pueblo y, aunque sea una labor personal de autoconocimiento, quiero aprovechar la oportunidad que da internet para compartirlo e intercambiar impresiones, si se da el caso, con otros vecinos y vecinas o cualquier persona que tenga interés en lo que aquí se publique, siendo consciente de que esto no deja de ser un sucedáneo del verdadero contacto humano e intercambio de conocimientos cara a cara, que es mucho mejor que comunicarse tras un teclado, a pesar de lo cual, me ilusiona abrir este blog.
Encantado de saludaros y nos vemos por el pueblo.